TÉCNICAS CBPT
La Cognitive Behavioral Play Therapy (CBPT) se basa en técnicas cognitivas y conductuales.
Principalmente, algunas intervenciones incluyen refuerzos positivos, modelado, autocontrol, comparación de pensamientos irracionales y participación del niño. Técnicas como la biblioterapia, los juegos, los rompecabezas, el dibujo, la narración de historias y los puppets se utilizan para ayudar al niño a gestionar su propio comportamiento. La Cognitive Behavioral Play Therapy tiene objetivos terapéuticos específicos, que se basan en la evaluación e incorporan técnicas empíricamente apoyadas para trabajar en los comportamientos inadaptativos.
ORÍGENES CONDUCTUALES
Muchas técnicas de comportamiento, pensadas para adultos, han demostrado ser eficaces incluso con los niños. Los terapeutas de comportamiento consideran necesario ayudar a los niños a modificar adecuadamente su conducta, identificando los factores que refuerzan y mantienen sus comportamientos problemáticos.
Los enfoques de comportamiento consideran fundamental el aprendizaje por observación y, por tanto, la contribución de los padres y profesores al desarrollo de comportamientos más adaptativos fuera del contexto terapéutico.
ORÍGENES COGNITIVOS
La terapia cognitiva es un enfoque estructurado que nos ayuda a implementar cambios en el pensamiento, la percepción y, en consecuencia, el comportamiento. La literatura sobre terapia cognitiva ha confirmado su eficacia en niños, adolescentes y adultos.
Sin embargo, a menudo se piensa que las estrategias de intervención utilizadas con los adultos sólo requieren adaptaciones mínimas para el tratamiento de los niños. Esto resulta más difícil para los niños pequeños en edad preescolar. Adaptar la terapia cognitiva a la infancia es complejo. Los niños pequeños, de hecho, aún no poseen las habilidades cognitivas necesarias para participar en una intervención de este tipo.
Por lo tanto, es necesario considerar métodos para hacer que las intervenciones cognitivas sean más apropiadas desde el punto de vista evolutivo y, por tanto, más accesibles para los niños.
INTEGRACIÓN DE ENFOQUES
El valor de la participación del niño en la terapia puede considerarse desde diferentes puntos de vista. De hecho, a nivel evolutivo, los niños necesitan demostrar un sentido de dominio y control.
La terapia con niños en edad preescolar y escolar requiere una integración entre los enfoques conductuales y cognitivos. Las intervenciones de comportamiento tienen como objetivo reforzar los comportamientos adaptativos, con el fin de consolidarlos y reducir los no deseados. Con la integración del componente cognitivo, el niño desempeña un papel activo en el tratamiento y adquiere un sentido de control, dominio y responsabilidad en el proceso de comprensión y cambio.
Por lo tanto, la integración de las intervenciones cognitivas y conductuales, a través del efecto combinado de los dos enfoques, parece confirmarse como la estrategia con mayor éxito.
ALGUNOS MÉTODOS E INTERVENCIONES
Modeling
La mayoría de las intervenciones cognitivo-conductuales con niños de todas las edades incluyen alguna forma de modelado. Esto es especialmente verdadero por la Cognitive Behavioral Play Therapy, por lo que el modeling es un componente fundamental del juego: se utiliza para transmitir al niño la capacidad de afrontamiento adaptativo a través de un juguete que actúa el comportamiento que el terapeuta quiere que el niño aprenda. El modeling también puede adoptar otras formas, como libros, películas o programas de televisión.
Role-playing
Otra técnica de Cognitive Behavioral Play Therapy es el role-playing, en el que el niño practica las habilidades con el terapeuta. Este método suele ser más eficaz con los niños en edad escolar, aunque el role playing en sí también puede realizarse a través del modeling. Por ejemplo, los modelos pueden ser los juegos de rol y el niño observa y aprende mirando los modelos.
Enfoque directo e indirecto
Las intervenciones de Cognitive Behavioral Play Therapy pueden clasificarse como conductuales o cognitivas. Las terapias conductuales (BT) para niños se han desarrollado, en parte, para ayudar a los niños y a los padres a transferir y utilizar los conocimientos adquiridos en terapia en la vida cotidiana. A menudo, de hecho, las técnicas de comportamiento para el manejo del niño se enseñan directamente a los padres u otras personas significativas. Sin embargo, las BT pueden aplicarse directamente en el niño, por ejemplo, si el problema del niño es adverso al padre (Knell & Moore, 1990); si la relación padre-hijo ha inhibido el desarrollo de habilidades y el autodominio del niño (Klonoff, Knell y Janata, 1984; Klonoff & Moore, 1986); o si hay problemas de control.
Acondicionamiento clásico y operante
Ya sea que la terapia sea directa o indirecta a través de un adulto significativo, el terapeuta intenta identificar los factores que refuerzan y mantienen los comportamientos problemáticos para que estos puedan ser modificados. Muchas intervenciones se basan en el acondicionamiento clásico (por ejemplo Desensibilización sistemática) y sobre el condicionamiento operante (por ejemplo gestión de la contingencia). Las intervenciones basadas en la teoría del aprendizaje social también subrayan el aprendizaje observacional y aspectos más cognitivos del comportamiento, que proporcionaron gran parte del impulso para el desarrollo de la terapia cognitiva.
Los métodos de comportamiento suelen implicar una modificación de las acciones, mientras que los métodos cognitivos abordan los cambios en el pensamiento. Dado que los pensamientos inadaptados generan comportamientos inadaptados, los cambios en el pensamiento deberían producir en consecuencia cambios en el comportamiento. A través de las intervenciones cognitivas, los niños aprenden a identificar los pensamientos inadaptados, a sustituirlos por pensamientos más adaptativos y, finalmente, a modificar los comportamientos inadaptativos. Dada la naturaleza verbal de las intervenciones cognitivas, la Play Therapy Cognitivo-conductual se basa en el modeling e integra métodos apropiados para el desarrollo, con el fin de proporcionar intervenciones que sean lo más adecuadas posible para los niños
